La antijuricidad es un componente importante del delito y por tal motivo es que debe ser analizado dentro de los elementos que integran a este.
Las normas y el ordenamiento jurídico, son elementos esenciales para dar orden a nuestro entorno social, la antijuridicidad comprendida como aquello contrario al derecho es un aspecto fundamental para comprender el funcionamiento del derecho, así como para una aplicación justa y correcta del mismo. Además la antijuricidad ha evolucionado con el paso del tiempo, así como sus funciones prácticas para el derecho mexicano.
Caracteres de la antijuricidad:
Objetividad: para determinar si un acto es antijurídico se deben realizar juicios de comparación con las normas objetivas del derecho positivo sin emitir opiniones o entrar en contradicciones.
Unidad: solo debe coexistir un criterio universal de la antijuricidad sin subdivisiones de acuerdo a la rama del derecho que se trate.