Identificar los pagos en una tarjeta de crédito, medir la fluctuación en el precio de productos o analizar las variables del tráfico vehicular son algunas de las aplicaciones de las desigualdades
Comprender e interpretar adecuadamente el lenguaje de las desigualdades es un paso fundamental para resolver problemas cotidianos y por ende llevar las matemáticas a un contexto mucho más práctico y funcional; obteniendo resultados claros y conclusiones efectivas sobre situaciones del día a día.
Clasificación de las desigualdades:
- Lineales: son las más sencillas puesto que solamente contienen la variable a la primera potencia.
- Lineales dobles: son desigualdades lineales que contienen dos signos de comparación.
- Cuadráticas: como su nombre lo indica son aquellas en las que en uno de sus miembros o en ambos aparece un término cuadrático.