Se debe entender que las organizaciones están integradas por diversas partes relacionadas entre sí, que trabajan en armonía con la finalidad de alcanzar objetivos, tanto de la empresa como de sus participantes.
Las organizaciones son sistemas abiertos, diseñados para lograr metas y objetivos por medio de subsistemas interrelacionados entre sí que cumplen funciones especializadas, las cuales pueden ser afectadas por cambios internos y externos y cuyo comportamiento no es totalmente previsible. Por esta razón, una de las premisas de las empresas es no resistirse a los cambios.